¿Qué es el ratio de solvencia?
El ratio de solvencia es un indicador muy usado por la mayoría de las empresas a la hora de evaluar si es factible o no llevar a cabo una inversión en un proyecto nuevo. Se trata de un ratio financiero, un índice de solvencia que pone de manifiesto los pros y contras de un apartado establecido. Para entenderlo más fácil: pongamos que estamos pensando llevar a cabo una ampliación de nuestra empresa. Pero para saber si disponemos de liquidez económica tendremos que calcular el balance de ingresos y gastos. Este coeficiente de solvencia nos dibujará un mapa aproximado de la situación de la empresa. Pero dependiendo del tipo de inversión que queramos llevar a cabo tendremos que tomar como factores de cálculo unos ingresos u otros. Porque no es lo mismo ampliar un local que únicamente los recursos materiales de la empresa. Además, una inversión en recursos materiales se amortiza de un modo diferente, ya que los cambios en la producción son evidentes. Así es también más fácil medir el éxito o no de la inversión y calcular el plazo de amortización.
El equilibrio de ingresos y gastos
Pero el ratio de solvencia también indica la salud financiera de una empresa en otros ámbitos. Y es que calculando la solvencia de pago podemos también determinar de forma bastante aproximada la capacidad de la empresa de hacer frente a las deudas.
Normalmente las empresas deben dinero a proveedores, al igual que tienen facturas pendientes de cobrar. Esto es así debido al sistema financiero establecido, en el que se tiende a facturar a final de mes, y no de forma inmediata por servicio prestado. Las empresas juegan con esas cantidades mensualmente. Si el mes pasado hubo un importante volumen de ingresos sabemos que este mes podremos permitirnos llevar a cabo inversiones. Es un sistema similar al que usan los bancos, que operan con dinero ficticio. Pero si todos aquellos que tenemos cuentas en bancos acudiésemos a nuestra entidad para retirar el efectivo que tenemos depositado, ningún banco podría hacer frente a esa situación. Las empresas, por lo general, tampoco disponen de activos líquidos para hacer frente al pago de todas sus deudas de golpe. Pro sí van operando estableciendo un juego entre los ingresos mensuales y las facturas pendientes. En las cuentas de la empresa, además, cuentan como recursos aquellos bienes materiales o inmuebles de los que dispone la empresa.
¿Cómo calcular la solvencia de pago?
Hacer el cálculo de la solvencia de pago de una empresa es una operación relativamente sencilla. Tenemos que tomar un valor inicial de activos y dividirlo entre una cifra de pasivos. Pero podemos determinar estos dos valores dependiendo de lo que queramos calcular.
El resultado de la operación debe arrojar un número que normalmente estará en torno a 1,5. Si la operación resulta en una cifra inferior a 1,5 entendemos que la empresa se encuentra en una situación en la que no es capaz de hacer frente a las deudas pendientes a corto plazo. Pero aun así, este indicador no tiene por qué alarmarnos, puesto que aunque el ratio de solvencia sea inferior a 1,5 la empresa no necesariamente tiene que encontrarse en un momento de inestabilidad. Eso dependerá de su modelo de negocio, que es la estrategia que sigue la empresa para atraer más clientes y maximizar los beneficios.
También podemos encontrarnos con la situación inversa: que el resultado del cálculo del ratio de solvencia sea superior a 1,5. Así sabremos que la empresa está teniendo un importante flujo de ingresos. Pero la situación no tiene por qué ser necesariamente positiva, ya que si disponemos de mucha liquidez sin inversión, el dinero se acaba devaluando.
Ratios de solvencia
- Ratio de solvencia estricta: Activos corrientes / Pasivos corrientes
- Ratio de garantía: Deuda / Activo total
- Ratio de consistencia: Activos corrientes / Pasivos no corrientes
- Ratio de estabilidad: Activo no corriente / Pasivo no corriente
- Ratio de endeudamiento: Total de deudas / Fondos propios (pasivo + neto)
- Ratio de capacidad de devolución de préstamos: Flujo de caja / Préstamos pendientes
Calculando los ratios de solvencia podremos establecer si en un momento dado nuestra empresa es capaz de hacer frente a todas las deudas pendientes para solventarlas. Para hacer frente a esos préstamos se tienen en cuenta tanto los activos líquidos en efectivo como los bienes inmuebles e inversiones a nombre de la empresa.
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