Financiar es considerado la mejor opción a la hora de presentarse una inversión que no se ajusta a los ingresos mensuales, pero a la hora de realizarlos nos planteamos si lo qué opción es la más conveniente: préstamo o tarjeta de crédito.
Aparentemente préstamos o tarjetas de crédito responden el mismo fin: disponer de dinero que no tienes en tu cuenta bancaria a cambio de abonar unos intereses al banco.
Los préstamos son un producto diseñado para este fin; pero las tarjetas de crédito, mediante promociones especiales, se han indo convirtiendo en una alternativa a los préstamos.
Principales diferencias entre préstamo o tarjeta de crédito
Al desembolsar un préstamo, es el cliente el que recibe el monto solicitado para invertirlo en lo que considere oportuno.
Desde que se recibe esa cuantía, se generan cuotas con intereses por el tiempo invertido.
En el caso de las tarjetas de crédito, al ser algo similar a una línea de crédito, el cliente puede disponer del dinero cuando lo necesite sin generar intereses si no lo usa.
No obstante, si existen comisiones independientes del uso o no de la tarjeta según la entidad y el tipo de tarjeta del que disponemos.
La rapidez y facilidad: Cuánto inviertes en que te lo concedan
A la hora de solicitar un préstamo o tarjeta de crédito, el banco necesita una evaluación de riesgos donde conoce si es peligroso o no prestar esa cantidad de dinero a ese cliente.
Para el préstamo, el banco solicita el DNI, la última declaración de la renta, las últimas nóminas e incluso una copia del contrato laboral.
En el caso de las tarjetas de crédito, el tiempo suele ser mucho más reducido. El banco ya conoce tus ingresos, si tienes deudas o no y evalúa más veloz las riesgos que podría asumir facilitando dicha tarjeta.
Las cuotas: Otro aspecto a tener en cuenta
Al solicitar un préstamo, ya se fija el monto de las mismas, por lo tanto desde un primer momento, el cliente puede incorporar esa cuantía a su esquema de gastos mensuales.
Por otro lado, con las tarjetas de crédito, el cliente puede financiar en cuotas y a la vez hacer compras de un solo pago, por lo tanto, el monto a pagar no siempre es el mismo.
Es más, si la deuda consume la línea completa, sólo puede volver a disponer de ello una vez va abonando las cuotas hasta cancelar la deuda.
Características de ambos
Ambos, ya sea préstamos o tarjetas de crédito, comparten que en caso de que el cliente desee decaer su deuda, puede solicitarlo al banco y éste liquidaría el total de los intereses adquiridos.
Pero no hay que olvidar que al financiar con tarjetas de crédito, las cuotas no se pueden adelantar; en los préstamos sí y éstas irán reduciendo el capital y los intereses.
Recomendación desde Ibercheck
Antes de decantarse por una de las dos opciones (préstamo o tarjeta de crédito, o ambos), se recomienda analizar el uso que le dará el cliente a los mismos.
Normalmente, los préstamos son la mejor opción para inversiones a largo plazo y su ventaja es asegurar una cuota fija que el cliente ajusta a sus gastos mensuales sin imprevistos previos.
Por otra parte, la tarjeta de crédito es ideal para los gastos de urgencia o los que no se pueden cubrir en el momento pero sí a corto plazo. Brinda, además, más seguridad que el efectivo, además de poder controlar los gastos.
Pero se debe tener en cuenta que muchas de estas tarjetas de crédito tienen programas de fidelización, por lo tanto debe consultar con su banco.
Cualquiera de las opciones planteadas están supeditadas a tu rating crediticio. Es decir, a tu solvencia.
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