Debido a la crisis de la COVID-19, las entidades que conforman Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito) ofrecen hasta seis meses de aplazamiento para aquellos particulares, así como PYMES y autónomos, afectados a nivel económico.
Se trata de una medida voluntaria puesta en marcha por estos mismos establecimientos, regulados y supervisados por el Banco de España y el Ministerio de Economía, con el fin de ayudar a sus propios clientes.
En la práctica, esta medida supone que los clientes verán disminuida la cantidad que pagan, ya que, según la modalidad y durante la moratoria, se pagan solo intereses (difiriéndose la amortización de capital), o bien se difiere la totalidad o una parte de la cuota.
Esta medida es adicional a las anunciadas hasta ahora por el Gobierno. Es decir, no es excluyente de haber recibido cualquier otra prestación relacionada con la crisis de la COVID-19. De hecho, esta ayuda se encuentra en el ámbito de las Directrices que ha publicado la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
Esta ayuda no es de concesión automática, sino que hay que solicitarla. De este modo, aquellos que lo hagan y alcancen un acuerdo con la entidad, verán reducida la cantidad a pagar mensualmente. Esto permitirá afrontar esta crisis con más holgura de liquidez.
Al ser la entidad la que permite la moratoria o el aplazamiento, será esta la encargada de fijar los criterios, las condiciones y la forma de otorgar la ayuda: la sea a través de la modificación de un préstamo, la concesión de otro personal o cualquier tipo de fórmula financiera equivalente.
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