Si tus datos están dentro de un registro de morosos puedes llegar a sufrir acoso telefónico, lo que es un proceso incómodo y molesto que experimentar.
En este artículo te explicamos quién es exactamente quien nos llama y cómo podemos actuar para que esas llamadas dejen de llegar a nuestro teléfono.
Acoso telefónico por empresas de gestión de cobro de deudas
Las empresas de gestión de cobro de deudas son empresas de carácter privado que actúan como intermediario entre el deudor y el acreedor.
Su función es exigir el pago de la cantidad no abonada por parte del deudor al acreedor mediante diferentes técnicas como el acoso telefónico.
El acreedor utiliza esta herramienta para poder reclamar esa deuda sin tener que acudir a procedimientos judiciales en los que entren jueces y tribunales de justicia.
Si te preguntas si estas empresas son legales, la respuesta es sí.
España es el único país de la UE que no tiene una ley explícita que regule este tema pero nuestra normativa sí recoge que el acreedor tiene derecho a reclamar extrajudicialmente la deuda. Es decir, el Código Civil permite que se requiera dicha deuda fuera de los juzgados, solo si las empresas de recobro utilizan métodos legales y lícitos para ello.
Cómo actuar
Si no consideras que exista esa deuda que te dicen haber contraído, tienes que solicitar que te envíen toda la documentación en la que basen sus acusaciones.
Además, puedes acudir a la Agencia Española de Protección de Dirección (AEPD) o respaldarte en la Ley General de Protección de Datos (LGPD).
En el caso de que exista la deuda, deberás saber en qué condiciones está tu perfil.
En estos casos te recomendamos que acudas a empresas como Ibercheck, que realizan informes de solvencia que te indican si tus datos figuran en los principales registros de morosos de España.
Puedes también encontrarte en la situación de estar de acuerdo con la deuda que se te reclama pero no con la cantidad que dicen que debes. En este caso te recomendamos que acudas a la empresa con la que la contrajiste y pedir una explicación al respecto.
Finalmente, la recomendación más sencilla y esperada: saldar la deuda. De esta manera el acoso telefónico no volverá a molestarte, ya que no habrá nada que reclamar.
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