Ante la gravedad del impago debemos entrar a valorar el contexto
Gravedad del impago, los agentes que intervienen en una deuda
Lo primero es saber reconocer a cada agente que interviene en este tipo de situaciones para valorar la gravedad del impago. El acreedor es esa persona física o jurídica a la que se le debe dinero o mercancías. El deudor es quien tiene una deuda con el acreedor, ya sea económica o de bienes materiales.
Un deudor puede tener una deuda garantizada, o una deuda que no lo está. Las seguras son, claro, las deudas garantizadas. Una deuda garantizada es aquella que tiene algún tipo de garantía que la cubre en caso de impago. Por ejemplo: si pedimos un crédito bancario, seguramente la entidad nos pedirá un aval. Ese aval es la garantía de la deuda. Si llegado el momento, no nos encontramos en situación de poder saldar esa deuda, el banco recurrirá al aval que garantiza que no perderá su dinero. Si hemos sido nosotros quienes hemos prestado dinero o servicios a un deudor sin garantía, entonces la situación se complica un poco.
La deuda garantizada
En los últimos tiempos, y debido a la fuerte crisis económica que hemos vivido, la gravedad del impago ha ido en aumento y los bancos exigen cláusulas muy específicas antes de prestar dinero. Revisan en profundidad tanto al solicitante como las personas o bienes que se presentan como avales. Por eso, antes de acudir a solicitar un crédito, el primer paso es asegurarnos de que no aparecemos en ningún listado de morosos. Ya hemos hablado anteriormente sobre cómo saber si estoy en una lista de impagos gratis, por lo que, si crees que puedes tener problemas por falta de liquidez, te animamos a que sigas leyendo sobre la situación. Especialmente si necesitas pedir dinero prestado en una entidad bancaria, porque van a revisar tu nombre en las listas de morosos, así como las cargas que pueda tener la persona que te avale o los bienes físicos que pongas como garantía d ella deuda.
Siempre existen, además, diferentes entidades y empresas privadas prestadoras de liquidez. Créditos rápidos aparentemente sencillos de solicitar. Nosotros te recomendamos que leas siempre a fondo la letra pequeña. Fíjate en los intereses y condiciones que estás firmando a la hora de devolver el dinero. Y también en qué tipo de documentación te solicitan estas entidades para cerciorarse de que en un futuro podrás hacer frente al impago de la deuda, si llegase el caso.
Si necesitas liquidez con urgencia, y tus condiciones te garantizan que podrás devolver el dinero dentro de los plazos y condiciones acordados, podrás solicitar dinero a una empresa financiera, por ejemplo. Normalmente las financieras conceden préstamos hasta una cantidad moderada, y suelen pedir como aval un vehículo en condiciones aceptables. Así se aseguran de que, en caso de que la deuda no pudiese llegar a saldarse, al menos tendrían un vehículo con el que cubrir las pérdidas.
Otra posibilidad que tenemos para solicitar dinero de forma puntual es un préstamo al consumo. Las entidades que ofrecen este tipo de acuerdos económicos lo hacen por un importe pequeño, una cantidad que necesitamos en un momento puntual para financiar un gasto particular. Por ejemplo, si queremos amueblar la casa, comprar un ordenador a plazos, o incluso cambiar de coche. En caso de que no podamos hacer frente a los pagos, la entidad reclamaría esos bienes para saldar la deuda.
Los préstamos no garantizados
Es una faena que le dejemos dinero a alguien y a la hora de pedírselo nos diga que no puede hacer frente a la gravedad del impago. O que seamos nosotros quienes pidamos ese dinero y nos encontremos con que no tenemos liquidez para pagar lo que debemos. Si a la hora de hacer la transacción no se ha pedido ningún aval que garantice de algún modo esa devolución, hablamos de un préstamo no garantizado.
Los bancos ofrecen también este tipo de préstamos en momentos concretos siempre y cuando presentemos nuestras nóminas y ellos puedan acreditar que tenemos una situación habitual de entrada regular de dinero en nuestras cuentas. Pero si llegado el momento no hacemos frente a la deuda, el banco solicitaría el embargo de nuestra nómina.
También es posible recurrir a las tarjetas de crédito. Es como comprar dinero por adelantado, pero tenemos que saber que los intereses de este dinero de plástico suelen ser elevados.
En estos casos, antes de aceptar un préstamo, los bancos suelen buscar en el listado RAI de impagos para comprobar que el nombre del solicitante está limpio. Así que mucho cuidado con aparecer en las listas de morosos si no queremos tener problemas futuros a la hora de pedir dinero prestado.
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